Descripción

Antes de realizar la consulta, es ideal completar un cuestionario que servirá para poner en antecedentes al profesional, explicando brevemente qué es lo que se busca. Además, suele complementarse con fotografías diversas: frontal, perfil ¾, o incluso algún video. Con este material, el especialista puede realizar una primera evaluación con la que abordar la videoconsulta.

La consulta online no debe ser interpretada como una consulta médico-paciente en la que una parte expone sus necesidades y la otra las soluciones. La separación que supone la pantalla tiene una ventaja, y es que el paciente tiende a estar mucho más tranquilo que en una consulta presencial, y si está nervioso, se le pasa más rápido. Esto le permite abrirse más y hablar con una mayor sinceridad, algo que siempre es fundamental para llegar a la mejor solución posible.

Las videoconsultas suelen comenzar con el paciente explicando sus deseos, necesidades y sus objetivos con el tratamiento. El profesional en un primer lugar escucha y a continuación propone cuál será el mejor de los tratamientos. Este tratamiento (que siempre se tiene que corroborar con una exploración física), puede seguir la misma línea que propone el paciente o ir en una totalmente diferente. En ocasiones ocurre que el paciente alberga una opinión equivocada, basada en opiniones ajenas o falsas creencias, que puede tener relación a la estructura a tratar, la duración del tratamiento, etc. en este caso el médico le puede aclarar las dudas y ayudar a entender todas las opciones a su disposición para que pueda tomar una decisión bien informada